El festín de Babette
Es de presuposición que la comida significa para nosotros, como cualquier otro placer carnal, no solo una forma de conocimiento, sino un gozo, una manera de contentar nuestro cuerpo, al tiempo que nuestra mente lo agradece. Pero la mente no siempre es lugar para el hedonismo. Existen corrientes espirituales, desde las primeras religiones, los místicos, hasta la meditación oriental, pasando por diferentes tradiciones que hablan del ayuno y de la abstinencia, que basan su estilo de vida en la sobriedad, en la terrible idea de que el cuerpo es un mero esclavo del espíritu. ¡Con cuántos látigos se fustiga a sí misma una persona! El festín de Babette, en este sentido, es un canto al placer, un alegato a la vida. Imaginen dos hermanas en una aldea perdida de Dinamarca. Hace mucho, mucho tiempo. Se enamoran pero nunca consiguen a un hombre. Viven en la más modesta sobriedad de una vida rupestre dedicada a la contención. De comida: sopa y verduras. Un día, acogen a una francesa en apuros que ha perdido su vida entera en la Revolución Francesa, que por tanto busca asilo. Se queda a vivir con ellas y un buen día, así es la suerte de los pobres (pero solo en las películas), le toca la lotería. Para celebrarlo, el día que conmemoran la muerte del pastor de la aldea, ella decide hacerles un regalo: va a preparar una cena «a la francesa» para las hermanas, para todos, porque se siente inmensamente agradecida. Ellos deciden guardar silencio porque no pretenden ser cómplices de la culpabilidad, porque no quieren sentirse partícipes de pergeñar un crimen de estas dimensiones. Llega el momento esperado: la cena. Algo cambia. Aparece la magia… Esta aclamada cinta de cine danés nos habla de transformación, de la conversión que son capaces de experimentar aquellos que vivieron en la sombra, de aquellos que de estancia en la caverna platónica, de repente un día salen y sienten la luz del sol. La película de Axel se contrapone a un gesto de desprecio hacia la vida. Es así únicamente que nos refleja en el espejo la naturaleza de la salud humana.
Escrito en: Balas cinéfilas, Esteticismo Etiquetas: axel, comida, el festín de babette, nutrición, placeres carnales
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