Midnight in Paris, oda o crítica a la nostalgia
Escribir podría considerarse como un hecho nostálgico. Uno escribe algo que ha perdido o que nunca tuvo. Es decir que, en cierto sentido, cuando uno escribe, escribe a la pérdida, a una pérdida que ya es menos porque estamos palpándola con nuestra imaginación. Como bien nos recuerda Woody Allen en boca de unos de sus personajes más satirizados en esta obra –el petimetre que cree saber de todo y desprende pedantería–, la nostalgia romántica es la idea de la debilidad, del pusilánime, la máxima del que no sabe lidiar con el presente. Siempre es más fácil pensar que cualquier tiempo pasado fue mejor y, sin embargo, nosotros estamos aquí y ahora, en este presente. La huída, la evasión entonces parece ser lo que lo solucionaría. De la nostalgia terrible «no pueden liberarse mientras continúe la melancolía», dice Robert Burton, porque siempre está ahí la idea de la seguridad que nos imprime el pasado. El pasado, que ya está hecho, siempre es más cómodo porque uno no necesita arriesgar nada. Nunca fue más cierto que ahora aquello de que el futuro está hecho para los valientes. Podríamos quizá encontrar un punto de cobardía en la resistencia de la nostalgia, en ese no saber enfrentarse con el ahora del que tan bien hablaba Jodorowsky como única superación de nosotros mismos: «Si no eres tú, ¿quién? Si no es aquí, ¿dónde? Si no es ahora, ¿cuándo?».
Midnight in Paris es una crítica y una oda a la nostalgia, quizá las dos porque, al ser el director también escritor, sabe y puede permitírselo. Los niveles metaliterarios se confunden: el cineasta escribe al mismo tiempo sobre un escritor que, finalmente, hace realidad en su vida la novela que le consume. Un día un hombre del siglo XXI está caminando por París. Es de noche y hay un cielo cerrado. Una carroza que parece venir de otros años aparece de repente por la calle y se para delante de él invitándole a entrar. Sin saberlo ha «viajado en el tiempo» y está en pleno apogeo cultural, en el París de los años 20. Allí entabla contacto con Fitzgerald, Hemingway (desternillante comedia del escritor), Picasso, Dalí, Buñuel… con toda la élite intelectual de la época, perfecta y deliciosamente recreada, a los que les ofrece la lectura de su novela. El hecho nostálgico sigue en este nivel narrativo: podríamos considerar que la nostalgia es, igualmente, un «viaje en el tiempo», un viaje que a veces solo tiene billete de ida… o no. Se enamora de una chica del pasado, una amante de Picasso, una francesa. Sin embargo decide finalmente caer en los brazos de otra, en el presente, aunque irónicamente es la chica sobre la que él mismo estaba escribiendo en su novela. Como si de un círculo vicioso se tratase, como si uno solo pudiera rescatarse en ese ir sin volver del pasado.
Escrito en: Esteticismo Etiquetas: buñuel, dalí, fitzgerald, hemingway, jodorowsky, medianoche en parís, melancolía, midnight in paris, nostalgia, parís, picasso, robert burton, woody allen
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2 comentarios en “Midnight in Paris, oda o crítica a la nostalgia”
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La verdad que como dices, la película tiene buen trasfondo ya que transmite muchas cosas acerca de qué es un escritor y cómo siente. Me recordó a aquella obra, que no recuerdo el nombre ahora mismo, en la que el protagonista de la obra discute acerca del autor sobre su propia vida. Woody lo que intenta desde mi humilde opinión es hablar de sí mismo. Pero, como he dicho anteriormente le falta un poco de «chicha» como película. Puede ser culpa mía porque yo esperaba algo más de relaciones entre personas, más fiel al estilo que nos tiene acostumbrados.
Al final, 1 minuto, pero me dormí.
La película es lenta, como suele hacer Woody Allen pero no se me hizo pesada en ningún momento. Para empezar es muy corta y, menos a Ainhoa, no deja tiempo para quedarse amorriñado. Además, los toques de humor ayudan a mantener el hilo de lo que hay detrás, mucho más profundo.
¿Cualquier época pasada fue mejor? Es una reflexión interesante. Al final no se sabe si se critica o es una oda, el protagonista acaba con una especie de proyección de su novela, de su amor por el pasado, pero lo hace en el presente. No sé, está muy buen hilada y rematada.
Saludos, me alegro de que vuelvas a escribir.